China el gigante asiático, el país que crece a un ritmo impresionante, la fábrica del mundo, el país con una cultura legendaria, de una gastronomía tan variada que podrías comer un platillo diferente cada día por los 365 días del año. El conocer su cultura y haber podido apreciarla por 4 años, me ha hecho ser parte de la estadística de los jóvenes que fuimos a explorar el mundo para seguir creciendo tanto en lo personal como en lo profesional. Con las experiencias que adquirí y todo lo que aprendí de ella, a China, la considero como mi segunda Patria.
Mi relato comienza en Agosto del 2010, cuando recibí la noticia que había ganado una beca para estudiar una Maestría en Negocios Internacionales en la ciudad de Nanjing 南京, provincia de Jiangsu 江苏, en la famosa universidad Southeast University 东南大学, muy entusiasmada por la noticia y el emprender mi nuevo camino, empecé con mi viaje místico.
Llegar a China al aeropuerto de la ciudad de Shanghai en septiembre del 2010 fue una sensación hermosa, ver los caracteres Chinos, muchas personas con ojitos rasgados, las instalaciones y demás, fue la bienvenida a mi nueva etapa de vida.
Como recibimiento a esta inmensa urbe, se estaba realizando la Gran Expo Internacional, por lo que varios logos celestes de su mascota Haibao, que fue inspirado en el carácter chino Ren 人, que significa persona, me anunciaban que ya estaba en Shanghai.
Después de 4 dias de estar en Shanghai me preparé para seguir mi viaje místico a la ciudad que me acogería por 2 años para estudiar la maestría, Nanjing 南京. El movilizarme en un tren que iba a 120km/h de velocidad y unía a estas dos ciudades en 1 hora 10minutos, fue una experiencia única.
Las sorpresas, acompañadas de aventura, serían mi cotidianidad en los primeros días. En Nanjing, tomar el taxi para ir a la universidad fue un poquito complicado, ya que junto conmigo venian 2 maletas grandes con mi ropa y comida ecuatoriana que no podía faltar como parte del “cucayo” familiar, una maleta de mano con mi computadora, pasaporte, direcciones , diccionario y muchas cosas más, en fin.
Llegué a Southeast University al campus de Sipailou en horas de la tarde, lamentablemente me comentaron que ese no era el campus en el que iba a vivir , y por lo lejos que se ubicaba el campus de Jiulonghu, que era el correcto, me iban a proporcionar una pequeña habitación para descansar y salir en la mañana a primera hora; así fue, esa noche compartí la habitación con una chica de Mongolia quien fue muy amable y me comentó un poquito acerca de China, la universidad, la comida y la estadía en calidad de estudiante.
Al siguiente día continuó mi aventura, luego de 45 minutos de viaje, llegué a Jiulonghu 九龙湖校区, el mismo se encuentra en Jiangning 江宁, a las afueras de la ciudad de Nanjing.
La camaradería y hospitalidad fueron las primeras expresiones que encontré en las buenas personas que me ayudaron con mis maletas, me registraron y me entregaron mi apartamento que contenía 3 habitaciones, las cuales dos estaban ya ocupadas; por ser estudiantes internacionales de maestría nos dan un trato especial, uno de estos, es no tener que compartir la habitación con nadie más, el apartamento está ubicado dentro del campus.
En esa noche de mi llegada estaban preparando la fiesta de bienvenida e integración por parte de los estudiantes nativos de pregrado de la universidad, que inolvidable fue conocer a mis futuros compañeros de maestría de 18 paises diferentes.
Al poco tiempo de empezar las clases y conocer día a día a mis compañeros de Maestría, que iban ha ser mi nueva familia y muy buenos amigos de diferentes países como China, Bangladesh, Alemania, Austria, Colombia, Cuba, Nigeria, Francia, Bélgica, Fiji, Costa de Marfil, EEUU, etc., me sentía mas a gusto, feliz de tener la gran oportunidad de vivir en un país que definitivamente no es para todos, se tiene que tener coraje, perseverancia, fuerza de voluntad y gusto por lo que se hace y lo que se vive.
Las clases fueron complicadas al comienzo, el tratar de adaptarse al idioma, algunas fueron en inglés y otras en chino, clases de negocios, clases de cultura China, cultura internacional, estrategia, marketing y demás.
Poco a poco dentro del campus me sentia mas familiarizada y crecía mi sentimiento de estar en casa, me adapté muy bien, incluso, para adaptarme más al medio, compré una bicicleta que fue mi primer medio de transporte, con la cual podía movilizarme a todas partes dentro y fuera del campus, sea para ir a comer, ir a clases, recorrer los lagos, hacer deporte y demás.
En mi tiempo libre tuve la oportunidad de conocer muchos lugares turísticos en la ciudad de Nanjing, como Fuzimiao 夫子庙, que es el templo de Confusio, la Montaña púrpura Zijinshan 紫金山 donde se se encuentra el Mausoleo de Sun Yat-sen, la muralla de la Ciudad, el lago Xuanwu, Lago Zixia, etc.
China, día a día me abría las puertas para conocer y seguir alimentando mi historia personal con su cultura milenaria. En el segundo año de estudio de mi maestría, tuve la oportunidad de mudarme al centro de la ciudad, al campus de Sipailou, que se iva a convertir en mi hogar por un año más. Su ubicación, las amplias avenidas que la circundan, la necesidad de conocer más de cerca sus principales sitios turísticos, la facilidad de compra, el sentirme cada vez más dentro del medio y la necesidad de tener transporte propio hicieron que adquiera una motocicleta eléctrica, muy útil y común en China, con características muy propias en este tipo de vehículo.
La exigencia del pénsum académico universitario era matizado con los diferentes eventos culturales en los que teníamos actuación especial los estudiantes extranjeros, programas en los que se resaltaba la milenaria cultura China, en los cuales participábamos con mucho entusiasmo, siendo uno de estos y el mas especial al conmemorar los 110 años de la Universidad, el mismo que lo resaltamos con varios eventos que quedarán grabados por siempre en mi memoria, por lo que me permito compartir con Uds. el fragmento de una entrevista realizada por un medio de comunicación local con motivo de esta especial ocasión: http://www.jstv.com/c/ws/xwy/201205/t20120523_915587.shtml
Cuando se hace lo que a uno más le gusta, pasa demasiado rápido el tiempo dedicado para ello, pronto se acercaba el momento de la graduación, el decir adiós a todas las increíbles personas que estuvieron presentes como tu familia por esos dos años, para todo esto fue una dura preparación para culminar la tesis y defenderla frente a un jurado que estaba compuesto por varias autoridades de la Universidad.
Llegó el día esperado y con nervios incluidos se logró el objetivo previsto. Al finalizar la defensa de la tesis, responder las preguntas de rigor, la exigente evaluación académica y satisfacer favorablemente los requerimientos establecidos, estaba cumpliendo con los requisitos para ser proclamada MASTER EN NEGOCIOS INTERNACIONALES.
Con la solemnidad del caso se llevó, en junio del 2012, a cabo la ceremonia de graduación, y como siempre la familia estuvo presente en este momento de regocijo y uno de los episodios más importantes de mi vida; mis padres y mi hermano estuvieron conmigo disfrutando de mi triunfo, que también es el de ellos. Me sentí la mujer más agradecida del mundo, por tener siempre el apoyo incondicional de mi familia y estar juntos en un sitio tan distante de nuestro terruño.
Después del logro cumplido no podíamos dejar de festejarlo y celebrarlo y lo hicimos a nuestra manera, viajando con mis padres, durante 30 días por las ancestrales ciudades de Beijing, Shanghai, Guangzhou, Guilin, Xian, Tianjin, Yangshuo, Hong Kong y otros lugares más de la China milenaria.
Recorridas las principales ciudades de China en familia, llegaba el momento de decir adiós a mis estudios regulares, ya que otro de mis objetivos era perfeccionar el idioma Chino Mandarin, que día a día se vuelve una herramienta primordial en los negocios internacionales; siendo así, en septiembre del 2012 empecé con clases de chino mandarin y chino para negocios en la misma universidad Southeast.
En ese año asistí a varias ferias de negocios en diferentes ciudades de China para la búsqueda de proveedores y productos para las diferentes actividades que tenía pensado emprender.
Gracias al esfuerzo y sacrificio impuestos logré sacar la suficiencia en el idioma Chino Mandarin, estando así lista para emprender los diferentes proyectos que tenía en mente y que me había forjado en las aulas de clase.
Durante estos años de permanencia en China tuve la oportunidad de conocer a gente emprendedora, con objetivos claros y con ganas de salir adelante. Precisando, en Agosto del 2013 me mudé a la Perla de Oriente, Shanghai, ahí conformamos, mis socias y yo, una sociedad limitada, con un proyecto que se consolidó en febrero del 2014, manteniéndose vigente hasta el día de hoy.
Mi propósito final y que estuvo siempre en mi mente, producto de todo este trajín académico que debía desembocar en algo grande, era mi País y que mejor aportar a él a través de las exportaciones de las materias primas y productos ecuatorianos elaborados. Para hacer realidad este anhelo creamos una sociedad para exportar flores a China con la marca MIMAME.爱自己, que mejor un nombre en español que demuestre algo tan sutil y delicado como es la belleza de nuestras flores ecuatorianas.
Como Overseas Business Manager de Mimame.爱自己, hemos realizado exposiciones, donaciones, promociones, etc.; al momento nos encontramos distribuyendo este catalogado producto ecuatoriano en 30 ciudades de China, entregando diferentes variedades de flores, especialmente rosas, a varias floristerías famosas del país Oriental.
Esta actividad comercial, en este corto tiempo, nos ha proporcionado hermosas satisfacciones, como la de permitirnos la oportunidad de participar en Beijing en la exposición del fotógrafo Cai Jingson, autor del libro fotográfico “Ecuador, el país en la mitad del mundo” en colaboración con la Embajada de Ecuador en China, que hizo su lanzamiento en este acto. En el evento tuve la oportunidad de ser entrevistada por un canal de televisión de China.
De igual manera hemos participado en diferentes eventos con nuestras hermosas flores ecuatorianas en ciudades como Suzhou, Guangzhou, Shanghai, Nanjing, etc.
Un evento trascendental y de grata recordación para nuestra empresa, nuestro País y el mundo entero, fue haber participado con nuestro sello de MIMAME. 爱自己, en las flores ecuatorianas que engalanaron el escenario y el salón en donde se realizó el recibimiento al presidente de la República del Ecuador, Ec. Rafael Correa, en la visita a la República Popular China, ciudad de Shanghai en enero del 2015.
China definitivamente, me ha traído varias cosas importantes a mi vida, que han alimentado mi espíritu y han fortalecido mi alma. El conocer y viajar por muchas ciudades de este pais, como Changzhou, Dafeng, Guangzhou, Kunming, Han’an, Hangzhou, Hunan, Jiaxing, Suzhou, Lanzhou, lijiang, Nanjing, Rugao, Yantai, Shenzhen, Suqian, Beijing, Xian, Yiwu, Guiling, Tianjin, y otras más, me han permitido aprender a vivir en una sociedad que se desarrolla a pasos agigantados, con un idioma completamente diferente, con una comida exótica y variada, con costumbres diferentes a las mías, lo cual me hace repetir que todo el sacrificio y esfuerzos realizados, valió la pena. Este tiempo compartido con la sociedad China me permitió poner en práctica los valores inculcados por mis padres, las enseñanzas de mis maestros y la querencia a mi terruño para poder mantener en alto los principios asimilados. Mantener una comunicación permanente con mi familia, me ha dado la fuerza para seguir adelante.
Mi mensaje para los y las estudiantes de Siyuan, y personas en general que tienen sueños por cumplir, es que nuestra mente siempre debe estar abierta para aceptar nuevas culturas, costumbres, sociedades y situaciones que nos puedan acontecer diariamente y todo este bagaje de conocimientos aplicarlos en nuestro diario vivir lo que nos permitirá salir triunfantes.
China, mi segunda Patria, siempre en mi corazón.